Las mujeres que están encinta son mas lúcidas que las que no se hallan en ese estado, por cuánto están más en contacto con la luz astral y la influencia que ésta ejerce en la formación del feto que llevan en sus entrañas.
La mayor parte de las mujeres que están embarazadas están sujetas a extraños presentimientos, del propio modo que también lo están a extraños deseos, que llamamos antojos.
Estos efectos, producidos en semejante ocasión por una exuberancia de fluido astral o de electricidad necesaria para la formación del embrión, existe también en las personas extranerviosas.