Decreto de empoderamiento con el arquetipo de la Serpiente Sagrada

Despertar la energía vital, activar la kundalini y reconectar con el poder interior.
Desde los albores de la humanidad, la Serpiente Sagrada ha sido símbolo de transformación, conocimiento oculto y poder interior. Representa la energía que duerme en la base de nuestra columna, la kundalini, la chispa divina que espera ser despertada para guiar nuestra evolución espiritual. En las antiguas culturas sumerias, esta fuerza fue personificada por Enki, el dios de las aguas profundas y la sabiduría esotérica, también llamado Ushumgal, el Gran Dragón o Gran Serpiente. En este artículo quiero transmitirte un trabajo poderoso: un decreto de empoderamiento espiritual basado en el arquetipo de la Serpiente Sagrada, acompañado por meditación, fuego ritual e invocación simbólica.
Este decreto es mucho más que una frase inspiradora. Es una fórmula energética que activa tu campo áurico, desbloquea canales internos y te reconecta con tu centro de poder. Es ideal para momentos en los que sentís que has perdido el rumbo, que te apagaste, que te desconectaste de tu propósito, tu energía vital o tu intuición. También es altamente efectivo para quienes están transitando procesos de despertar espiritual, iniciación chamánica o expansión de conciencia, ya que al trabajar con el arquetipo de la serpiente, se moviliza la kundalini y se liberan memorias antiguas.
La serpiente es un animal de poder presente en casi todas las tradiciones espirituales. En la Biblia, fue símbolo del conocimiento prohibido. En Egipto, era guía de faraones. En la India, representa el ascenso de la energía espiritual. En el chamanismo, es una aliada en la sanación profunda. Le temen quienes no la comprenden, pero quienes la integran, despiertan. Es símbolo de renovación, de sabiduría en espiral, de fuerza silenciosa que se mueve en lo profundo. Invocar a la Serpiente Sagrada no es un juego: es una declaración firme de que estás listo para transformarte.
Para este trabajo, necesitás crear un pequeño altar con los siguientes elementos: una vela roja o dorada (como símbolo del fuego interno), un recipiente con agua (representando a Enki, el espíritu de las profundidades), y un cuarzo serpentino, jaspe o piedra negra que represente a la serpiente en su forma terrestre. Podés añadir símbolos sagrados como el caduceo, una imagen de Enki o una serpiente dibujada por vos. La intención es crear un portal simbólico para que tu inconsciente reconozca el poder que estás por despertar.
Encendé la vela con plena conciencia, y comenzá con una meditación guiada por la respiración. Sentate con la espalda recta, y llevá tu atención a la base de tu columna. Visualizá una serpiente enroscada, dormida, suave, esperando. Con cada respiración, imaginá cómo se activa suavemente, cómo su energía comienza a ascender en espiral por tu columna, tocando cada chakra, cada centro de poder, hasta llegar a tu coronilla. Permití que esa imagen te llene de fuego, de seguridad, de certeza. Sentí tu cuerpo volverse templo de sabiduría viva.
Y en ese estado elevado, repetí con fuerza el siguiente decreto chamánico de empoderamiento:
“Invoco la presencia del Gran Enki, el que conoce los secretos del abismo y la luz. En este momento sagrado, despierto la serpiente sagrada que habita en mí. Elevo mi kundalini, activo mi fuego interior, y recuerdo quién soy. Yo soy el que transforma. Yo soy el que se renueva. Yo soy el poder que fluye desde la tierra hasta las estrellas. Nada externo me domina. Nada interno me limita. Mi voluntad es mi vara. Mi palabra, mi conjuro. Hoy camino erguido, como quien ha recordado su esencia. Así es, así ha sido, y así será.”
Este decreto puede repetirse durante 9 días consecutivos o cada vez que sientas que tu energía vital está disminuyendo. Es importante que después de cada invocación, te tomes unos minutos para integrar lo que has movido. Tomá agua, escribí lo que sentiste o simplemente agradecé. El despertar de la serpiente no siempre es inmediato ni lineal. Es un proceso que se activa con el permiso consciente y se sostiene con práctica y responsabilidad.
El trabajo con el arquetipo de la serpiente no solo empodera: purifica, remueve, reestructura. Puede traer sueños intensos, visiones, emociones escondidas. Pero es ahí donde ocurre la verdadera alquimia. Cuando ya no tememos nuestras sombras, cuando dejamos que la energía antigua se renueve, empezamos a vivir desde la verdad interna, sin máscaras ni sumisiones.
Este decreto, nacido de la sabiduría ancestral y adaptado al camino moderno, es una herramienta poderosa para quienes desean vivir desde el centro, desde la autenticidad y la soberanía espiritual. Te invito a integrarlo a tu práctica mágica, a usarlo como parte de tus rituales, a convertirlo en una afirmación diaria de poder.
Recordá: la serpiente no se arrastra por debilidad, sino por contacto con la tierra. Se mueve en silencio, pero con decisión. Su poder no es agresión: es sabiduría antigua que se mueve con precisión. Y ese poder también habita en vos.
Que la Serpiente Sagrada despierte en tu interior, que tu fuego nunca se apague, y que cada paso que des sea desde la fuerza de tu verdad más profunda.